domingo, 16 de marzo de 2014

Correr es de cobardes.

Han pasado muchos meses desde que escribiéramos algo en estos lares.

La vida aprieta y en ocasiones nos agazapamos ante ella. Nos quedamos atrapados pensando en que "en cuanto acabe ésto, escribo algo" y ahí pasan los días, las semanas y los meses, sin dar lugar a escribir algunas líneas.

En parte el paso a Planesqui, sus formatos requieren un poquillo de estudio, y no nos ha apetecido, la verdad sea dicha. Así que, mientras, las ganas de querer vomitar unas palabras me han hecho buscar las contraseñas de este bendito santuario, en el que me encuentro, que pese a ser público me hace hablar con franqueza,no me preguntéis el porqué.

El primo anda cacharreando para que la Usal le dé el título. Servidor teclea con los codos apoyados en fuentes de espectro y filtros varios. Temas que no me apasionan, la verdad, pero que cobardemente decidí que debían fundamentar mi futuro aunque días como hoy me sienta profundamente gilipollas.

A lo que vamos, llevo unos días corriendo medio en serio. No quiero mejorar, ni ponerme más guapo (es imposible e inútil, mi abuela me dijo un día que era el más guapo del mundo, asi que no quiero ser más guapo, que uno es humilde), ni lograr nada en concreto. Corro porque me apetece. Dejo el boli, me pongo las mallas, me ato las zapatillas y salgo corriendo. No sé el ritmo al que voy, ni los km que hago, ni sé a donde voy cuando cruzo el portal.

No sé qué pasa. Pero me gusta. Aprieto hasta que no puedo más, y cuando mi cabeza quiere parar, la pongo a pensar en cosas importantes, y entonces sigo corriendo.

El invierno se marcha y apenas he esquiado, eso me provoca seguir corriendo. Y así me paso los días. Estudiando, haciendo los quehaceres y en cuanto me crujo por dentro. Corro. El otro día me levanté y antes de ir a mear me puse las zapatillas y salí corriendo.

Lo sé, esta historia no tiene nada místico, pero quería comentar que me jodo y corro.

Me gustaría que cuando os jodáis corráis. Esto es un llamamiento a los que se joden y en lugar de correr se ponen a joder a la peña. Si os jodéis corred, no déis por culo.

Corre, corre hasta que te encuentres el puto mechero que perdió Cristo. Y si cuando vengas, todavía te apetezca seguir dando por el culo te vas a rellenarlo. Que en dos mil años habrá perdido el gas. Pero lo rellenas con gas siberiano. A Siberia corriendo.

Se iban a acabar las depresiones, los psicólogos y los programas de televisión de a media tarde.

"Tras 23 años se reencontrará con la hermana que perdió cuando su madre la abandonó en un orfanato"

A correr, las ponía.A él y a su hermana, a la presentadora y a las viejas que van a verlo.

Lo que hay aquí son muchas tonterías y pocas zapatillas.

Los plenos del congreso en una pista de atletismo. Y el que quiera el turno de palabra, primero vuelta rápida.

Nos ahorraríamos gilipolleces.

Correr salvará el mundo.

Buenas noches.