jueves, 21 de marzo de 2013

Si según Disney Goofy y Pluto son perros, ¿Por qué uno habla y otro no?

Después del título, que al escribirlo y leerlo, he llegado a estornudar de la bobada que he escrito, os pongo en situación.

Viernes 22 de marzo a las 0:26. Béjar. Estoy sentado en el sofá yo, y tres kilos nuevos a los que no conocía. Aquí ando con la cita a ciegas, no me había dado tiempo ni a mirarlos a la cara. Un mes de relativo encierro han dejado de lado mis buenas maneras de comer y estamos con los buenos propósitos en la boca y en las teclas una vez más, de cara al próximo mes.

Lo que a continuación voy a decir no es propio de mi, o eso creo.

Se podría decir que si yo digo algo positivo del amante de las trabuco me estaría columpiando en mi propio ego. 

Con esto, espero, lo digo todo.

El gallo sigue luchando contra el mismísimo Jordi Hurtado por la eternidad. Va por los 24 e incluso está madurando. Creo que dentro de poco se quitará los hula-hoop de las orejas y dejará de ponerse la camiseta con la gallina en el pecho y la frase de "No me toques los huevos" para ir a trabajar. 

Pues ya está: el bienquedismo escrito, ustedes pensando en lo majetes que somos demostrando nuestro afecto vía Blog y yo cada noche volviendo a empeñarme en apagar la luz acertándole al interruptor desde la cama con la pantufla para no tener que levantarme. Un bucle.

¡La que nos está cayendo! ¡Crisis! ¡Ni un puto duro!

Pero qué narices, parafraseando a un amigo, los días empiezan a crecer desde ayer, la luz supera a la oscuridad cada día y dentro de unas horas, se levante él, o le saque yo a collejas de su agujero y por mucho que pinte mal el día, sus 24 años que estrena y el intento de persona que escribe ésto, tiramos pal monte; que hace ya un poco que no nos juntamos en las alturas y dice que ya ha aprendido a hacer la cuña.  Y si tiene que matarse uno, mañana es un día de lujo, que a la noche hay Sálvame.

Acabo de pensar que estaría muy bien una entrada (aún debemos un par de ellas de cosas atrasadas) resumen de Final de Marzo, de aquí al domingo que viene vaya. 

Ponemos Final de Marzo y no Semana Santa porque somos muy modernos y progres e incluso a veces pretendemos hacer el amor sin casarnos ni nada,ahí a lo loco, rollo moderno. Digo pretendemos porque ahora mismo mis tres amigos y las mallas nuevas de encadenar de Iván (Yo creo que no son de encadenar, que son de colorines) no ayudan al cortejo.

En definitiva, ¡Llega la primavera y lo mejor del esquí de montaña en nuestras tierras con ella!

De regalo, mi primo en el monte, surcando las tierras.





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