viernes, 18 de enero de 2013

De la felicidad, la lluvia y el entrenamiento.

Me da pereza la burocracia así que lo dejo aquí escrito. Quiero donar todo lo que pueda donar este trozo de carne con patas que a su cadáver incumba. Con lo que sobre pueden hacer albóndigas. Me la trae al fresco.

Bien. Sigamos.

Vivimos en tiempos de crisis. Tiempos escalofriantes para nuestra sociedad. Una crisis acrecentada por un estado previo de puestazo social. Decía un colega mío que lideró Apple, Steve Jobs (Esteban Oficios, pa los del barrio) que tenía la solución a todos los problemas de comunicación social, que había creado "LA NUBE", bueno dijo "THE CLOUD", porque él nació cerca de un Starbucks y se le iba la pelota mogollón.

Nadie le dijo a mi compi, que la tal Nube esa, ya llevaba instalada por estas tierras de Don Quijote años ha. Que un montón de banqueros, políticos y quijotenianos, impulsados por los maravillosos eslóganes de los grandes medios, habían montado un tinglado del carajo; un casino donde el mileurista compraba áticos en Gran Vía, el banquero te daba cincuenta kilos (por si lo lee alguien de Valladolid, de pesetas) aunque tu patrimonio y tu aval fueran un chándal de Adidas y una colección de mortadelos. Y el político cambiaba contratas por un puesto en. Y ahí estábamos,en la nube, flipándolo, ni el LSD ni leches, carajo, ¡El siglo XXI! ¡Droga dura!

Y después de esta apología del terrorismo, a lo que voy, no sé si es cosa mía, o verdaderamente "la pobreza" nos une. Y me toca los cojones usar las comillas, pero para algunos "los hay que están peor" y  otros "están peor". Pues eso, que "la pobreza" nos une. Y de la unión, la felicidad. Tenemos menos, tenemos nada, en algunos casos; prácticamente no viajamos, no gastamos y estamos en la puta cola del INEM, pero nos vemos más que nunca, compartimos más y derrochamos menos y vaya puta mierda que tenga que haber sido así, pero que no pare esta felicidad compartida. 

Rezo (mentira, no rezo una mierda) para que se descabece España, para que se ahoguen en un charco todos los cagatintas y capullos trajeados del puente de mando, para recobrar la humanidad y para, sobre todo, no perder las buenas costumbres que vengo observando en los últimos tiempos. Hay mucha vida. Hay mucha mucha vida señoras, señores y Bárcenas.

Quería decir algo acerca de lo que primero pensé era un Parque Natural de Navarra, luego un zoológico al aire libre en Cantabria y que finalmente me explicaron, era un bastardo más de los cientos de miles que pululan por España tomando decisiones para las que no están capacitados, actuando con su bienquedismo gatuno que incita al sopapo y malversando a tutiplén. ¡Pobre Bárcenas! Será abucheado, juzgado, condenado, indultado, elegido asesor de algún presidente muy honrado y contratado por Telefónica. Hay que tener mala suerte.

¿Y qué me dicen de la vicepresidenta? ¿Eso es un Goya no? (Un Óscar no, que no sabe inglés) ¡Qué carita de pena! Recuérdenme, que le adjunte un caramelito y un pañuelo en las próximas elecciones, fue conmovedor.

Siguiendo este discurso infumable, digno de un gaznarápido de mi especie, vamos al día. 

Para nuestra calaña, la del abrechapas y la mía, el refranero debe ser revisado. ¿Qué es eso de "al mal tiempo buena cara"? Es redundante y de mal gusto, la lluvia es el bien. Agua, frío, charcos, viento. Bien. No nos van muy bien las cosas, tenemos nuestras movidas, como todos ustedes supongo, pero lo fácil sería tirar la toalla. No se me vengan abajo, no esperen que pase la tormenta y hagan el favor de bailar bajo la lluvia en todos los sentidos. 

En el tema de huir de nadie, Iván va como un tiro, dosifica mucho, y le está yendo de lujo, come desnivel positivo como yo me comía medio kilo de tocino hace unos años. El que escribe sin embargo se ha equivocado. No intentéis intensificar el entrenamiento después de un par de meses parados. Lo de "te vas a quemar" es cierto. Estas semanas me he fundido, "mucha carga" para alguien que en otoño no pisó el barro. Es raro que un amigo te mire mientras entrenáis y te diga: "Tío, tienes que parar", y te des cuenta de que el fallo estaba ahí. Así que aquí andamos ahora, enfriando y esperando volver con ganas, por eso en lugar de salir anoche, puse la tele y os he metido la tupa de "actualidad". Tiraré de monarquía y diré lo siento, no volverá a ocurrir.

Bejarlandia cada día es más infinita, cada semana encontramos un nuevo camino, una nueva ruta, o un nuevo punto de vista de la zona. Nuestra relación con ella va viento en popa e Iván está casi convencido de pedirle la mano de la ciudad al alcalde. Si no se la ha pedido ya es porque creemos que el tono bucólico, romántico, enamoradizo e idealizado en la relación hombre-lugar del asunto no lo entendería muy bien el señor este y lo mismo le da por inventarse un nuevo campeonato o una nueva feria, o incluso nos construiría una fuente en medio del campo de fútbol y nos sentiríamos algo culpables por el fomento de la caspa.

En fin, les deseo a todos un buen fin de semana, si sigo escribiendo no es ya solo por la válvula de escape que este espacio me concede, hay gente que le agradan unas líneas, y no seré yo quien no invite a algo tan barato de vez en cuando. 

Iván sé que en unas horas se meterá un entradón de los que hacen historia. Está ahí, cogiendo el aire que le dejan los estudios y el trabajo.

Todo lo que nos proponemos no estamos seguros de conseguirlo, pero estamos seguros, de conquistar la felicidad. ¿Qué buscamos? ¿Quizá vivir? K.Jornet





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